En el lienzo de la imaginación, la colección Lotus se alza como una obra maestra, tejida con los hilos de la creatividad y la elegancia. En cada azulejo, el efecto fibra cobra vida, evocando la sutil textura del papel reciclado, donde cada fibra cuenta una historia de renovación y belleza. Como un lienzo en blanco para el alma del diseño, Lotus transforma las paredes en una galería de arte, donde la simplicidad se entrelaza con la sofisticación en cada detalle.
Con su formato distintivo de 31,6x100, Lotus se erige como el lienzo perfecto para el arte de revestir paredes. Su tamaño permite que cada pieza se convierta en una declaración de estilo, mientras que su elegante perfil se adapta armoniosamente a cualquier espacio. Es en esta sinfonía de proporciones que Lotus revela su verdadera grandeza, convirtiendo las paredes en lienzos listos para ser adornados con la creatividad del alma humana.
Los colores Blush, Prusian y Sand conforman la paleta de esta colección, cada uno aportando una melodía única que susurra al corazón. El Blush, con sus tonos suaves y delicados, evoca la calidez de la aurora, mientras que el Prusian despliega una elegancia serena, como el susurro del mar en la brisa matutina. El Sand, con su tonalidad terrosa y suave, nos transporta a las doradas playas donde el sol y el mar se abrazan en un eterno baile.
Pero la colección Lotus no se detiene ahí; en su esencia vibrante y creativa, nos presenta el Lotus Amélie Sand, un decorado floral que es más que una obra de arte: es un poema en sí mismo. Con su juego de luces y sombras, este decorado nos lleva a un jardín de sueños, donde las flores bailan al compás del viento y la luz se filtra entre las hojas. Es en este detalle, en este toque de magia, que Lotus alcanza su máxima expresión, invitándonos a sumergirnos en un mundo de belleza y encanto sin límites.
Lotus Decor simula un trabajo artesanal meticulosamente hecho a mano. Este toque handmade muestra unas hojas bajo relieve, estampadas en la superficie, que crean un relieve único que recuerda el de un sello aplicado a mano. Este patrón, que se repite infinitamente, aporta una textura y elegancia únicos.
